La semana pasada un juez estadounidense sobreseyó un recurso presentado por Cubaexport - la empresa estatal cubana de importación - contra la decisión adoptada por la Oficina estadounidense de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro en la que se le negaba la renovación del registro de su marca.
Según la noticia publicada por AP, la disputa se remonta décadas atrás y está ligada a la expropiación de propiedades durante la revolución cubana, el embargo comercial hacia la isla y la ley estadounidense de marcas. El Havana Club hecho en Cuba no se vende en Estados Unidos debido al embargo comercial, pero en 1976 la compañía que lo produce logró registrar el nombre en territorio estadounidense para futuras oportunidades en caso de que el embargo sea cancelado. Tiempo después el productor de licores francés Pernod Ricard se asoció con el gobierno cubano para vender el Havana Club en todo el mundo y ha logrado ventas exitosas fuera de Estados Unidos. Ahora bien, en 1998, Bacardi consiguió que el Congreso aprobara una ley en 1998 que evitara el registro o la renovación de las marcas relacionadas con las compañías que nacionalizó el gobierno de Cuba. Es esta ley en la que, precisamente, está basada la decisión que, finalmente, no ha sido revocada.
La decisión supone un paso atrás para los intereses de Pernod Ricard y un paso adelante para Bacardi, compañía que compró la receta original y el nombre de Havana Club a la familia Arechabala en 1994, y que se consideran titulares legítimos de la marca.
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18 hours ago