En Chile la denominada "sandía de Paine" es una fruta con reputación. En general, la sandía (citrullus lanatus thunb), es una planta anual, herbácea, que pertenece a la familia de las cucurbitáceas. El color de la corteza puede ser liso, con tonos variables que van desde el verde oscuro al verde claro, y también se presentan con franjas de color verde claro sobre fondo oscuro.
Paine es una localidad de Chile ubicada en la provincia de Maipo, en la Región Metropolitana de Santiago (no confundir con las Torres del Paine de la Patagonia chilena).
Las sandías de Paine destacan por su gran dulzor y calidad nutritiva, diferenciándose de aquellas provenientes de otras zonas productoras por una amplia tradición y reputación ganada por años. Para proteger la denominación de estas sandías el 12 de julio se presentó en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), la solicitud de registro de la Indicación Geográfica (IG) por el alcalde de la Municipalidad de Paine, Diego Vergara. Tras su presentación, INAPI debe realizar un examen de forma y fondo para determinar su registrabilidad.
Esta iniciativa no es aislada y forma parte de una estrategia, pues como informó el ministro de Economía, Fomento y Turismo, Félix de Vicente, al igual como en su momento lo hicieron los países de la Unión Europea, “a través de Sello de Origen, estamos impulsando el uso, por parte de nuestro productores nacionales y su gran riqueza productiva, de las herramientas de protección y las formas de encadenamientos productivos que nos entrega la propiedad industrial, a través de las indicaciones geográficas, denominaciones de origen, marcas colectivas y/o de certificación”.
De Vicente agregó que Chile “posee una variedad de productos que se relacionan fuertemente a las empresas de menor tamaño, en especial al mundo rural, por lo que esta solicitud, es un claro ejemplo de lo que este Gobierno está haciendo por resguardar nuestra cultura e identidad nacional con una mirada internacional”.
Al respecto, el Director Nacional del Inapi, Maximiliano Santa Cruz, explicó que -sin perjuicio que corresponde que INAPI haga un examen detallado sobre la posibilidad de convertirse en IG- "con el reconocimiento de una I.G. o D.O., los productores y consumidores podrán aumentar su competitividad, mejorar la valoración y posicionamiento de sus productos mediante la diferenciación y la calidad, contar con protección frente a una eventual competencia engañosa, y entregar una mejor información sobre el producto, lo que favorece la confianza de los consumidores”.
Fuentes: INAPI (Marcela Díaz, Jefa de Comunicaciones Institucionales) y www.sellodeorigen.cl