El origen del conflicto empezó
con la acusación que hizo la cantora oaxaqueña Susana Harp en el pasado mes de enero,
acusación que hasta ahora ha obtenido gran repercusión en las redes sociales.
La difusión de la misma sin duda
se debe a que la colección de Isabel Marant – que ha colaborado en el
pasado con H&M – se vende en conocidos almacenes y páginas web dedicadas a
comercializar famosas marcas de moda por una cantidad de hasta 6 veces más que su precio original en Oaxaca.
De acuerdo con la Organización Radiofónica
de Oaxaca, las autoridades municipales están elaborando un pronunciamiento,
pues consideran que no se está respetando el sentido cultural y simbolismo de
prendas que se imprimen desde tiempos ancestrales.
Desafortunadamente
no es un caso aislado, ya en el 2012 se criticó a Mara Hoffman por copiar
el diseño de los tenangos hidalguenses.
Los diseñadores
se defienden alegando que se trata de una simple “inspiración” y no de plagio,
pero la realidad es que los diseñadores se benefician de dicha práctica y
perjudican a los creadores originales. Curioso que si se copia a un diseñador
se hable de piratería, pero si el diseñador plagia creaciones tradicionales se
le llame “inspiración”.
Fuentes: Milenio y Reforma.