Un reciente estudio de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) sobre el sistema de protección suplementaria de patentes en Chile y sus efectos en materia de libre competencia ha cuestionado la ampliación de patentes otorgadas por el Tribunal de Propiedad Industrial a, al menos, nueve laboratorios que elaboran drogas contra enfermedades como el cáncer, diabetes y glaucoma, entre otras.
A juicio de la FNE, una errada interpretación de la ley Nº 20.160 de 2007 - dictada para adecuar la legislación de propiedad industrial local con los tratados internacionales- ha estado perjudicando el ingreso de nuevos actores a competir en el mercado de diversos medicamentos utilizados para atacar enfermedades complejas, como cáncer, glaucoma, diabetes, artritis y Crohn, entre otras. El Tribunal de Propiedad Industrial (TDPI) ha extendido las patentes de al menos 12 medicamentos, recurriendo al llamado "sistema de protección suplementaria de patentes", destinado a compensar al titular de la patente de invención cuando se producen demoras administrativas injustificadas en su otorgamiento.
La FNE advierte en su análisis que en los casos estudiados las extensiones concedidas por el TDPI carecen de sentido jurídico y económico y se basarían en una infracción a la ley, por lo que se justificaría su declaración de nulidad.
Los medicamentos analizados corresponden a una muestra seleccionada por la Fiscalía, pertenecientes a 9 laboratorios que en 2013 generaron ventas de aproximadamente USD 14.666.666 ($ 11 mil millones), aunque el estudio advierte que puede haber un inmenso universo de potenciales solicitudes de ampliación de patentes en trámite. En efecto, a noviembre de 2015 existían 475 solicitudes de patentes pendientes que, de ser aceptadas a registro, podrían también solicitar la protección suplementaria, agravando los efectos del problema planteado por la FNE.
Para la FNE la gravedad de esta situación radicaría en que la extensión de estas licencias ha generado una barrera artificial a la entrada de nuevos competidores, pues en promedio las patentes han llegado a una duración de 25,5 años (hasta a 33 años en algunos casos), pese a que el máximo permitido por la ley es de 20 años.
Según el Fiscal Nacional Económico -Felipe Irarrázabal- la interpretación que ha hecho el TDPI, en relación a cómo y cuándo procede la protección suplementaria contemplada en la ley de propiedad industrial, ha generado importantes efectos negativos en materia de competencia, ya que “permite extender artificialmente la duración de un registro de patente y, de esta forma, previenen la entrada de genéricos en los mercados de drogas para el tratamiento de enfermedades como el cáncer y la diabetes”.
En este sentido, en algunos casos, estos medicamentos tienen un valor de venta que supera los USD 1300 ($ 1 millón aproximadamente) frente al hecho que la entrada de medicamentos genéricos provoca una caída de entre 20% y 40% en su valor según estudios internacionales, lo que generaría significativos ahorros para los consumidores.
Como vía de solución, la FNE menciona un proyecto de ley que está tramitándose en el Congreso y que busca introducir un nuevo sistema de otorgamiento de las protecciones suplementarias, donde se entrega a terceros la posibilidad de intervenir y oponerse, cuestión que hasta ahora no sucede.
La FNE advierte, eso sí, que mientras no sea promulgada ni entre en vigencia dicha ley, existen muchos casos en que se podría seguir solicitando y otorgando esta protección suplementaria aunque improcedente.
Estos antecedentes constan en el Estudio elaborado por la FNE en colaboración con el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) en el marco de su labor de promoción de la libre competencia.
Fuente: FNE