La unión Europea ha enviado un comunicado a las autoridades Chilenas en el cual pide que acepten nuevas restricciones referentes a Denominaciones de Origen en productos lácteos. Esta medida forma parte de la ‘clausula evolutiva’ (Articulo 74) del Tratado de Libre Comercio firmado por ambas partes en el año 2004.
Específicamente, la Unión Europea exige que Chile respete Denominaciones de Origen Europeas para producto lácteos que sean elaborados en dicho país y que son comercializados tanto en el interior como en el exterior. Los quesos afectados por dicha exigencia seria como por ejemplo el camembert, brie y emental. Por esta razón, el presidente de la Asociación de Exportadores de Productos Lácteos (Exporlac) Manuel Zamora, indicó que la industria láctea rechaza la propuesta brindada por el bloque europeo. Dicha negativa se debe a que anualmente la industria láctea Chilena exporta más de US$ 250 millones, y esta medida afectaría el 30% a la industria quesera.
Debemos notar sin embargo, que las autoridades Chilenas se reunirán en las próximas semanas con los productores locales de queso e intentaran negociar un acuerdo. Al momento se estima que dichas negociaciones se basaran en un tipo de compensación. Se dice que Chile buscará aumentar sus cuotas de exportación hacia la Unión Europea en productos tales como la carne de res, el pescado y aceite de oliva.
El punto a considerar es sin duda el desenvolvimiento de la clausula evolutiva que se basa en la reciprocidad. Nos preguntamos a tal efecto ¿cuánto estará dispuesta la Unión Europea a acceder?
Previamente la Unión Europea ha intentando extender el Artículo 23 del Convenio de Paris. Como se sabe, este Artículo solo protege las Indicaciones Geográficas de los vinos y las bebidas espirituosas. Esta propuesta algo controversial se ha visto por muchos gobiernos como una extensión innecesaria que a la final no beneficiaría al consumidor. Estos consideran que muchos de estos nombres son usados genéricamente en varios países, un ejemplo en este caso sería el queso parmesano. La pregunta radica, ¿es esta una manera de la Unión Europea, después de no recibir el apoyo de la mayoría de los países miembros del Convenio de Paris, de proteger sus productos agrícolas y procesados, por la puerta de atrás?
Prepared by Patricia Covarrubia (Visiting Lecturer University of Buckingham), posted by Aurelio
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