El 28 de abril concluyó el ciclo de actividades "Paraguay Original",organizado por la Dirección General de la Propiedad Intelectual, dependiente del Ministerio de Industria y Comercio de Paraguay, con ocasión del Día Mundial de la Propiedad Intelectual. Las actividades fueron apoyadas por el Programa Umbral e incluyó la presentación del libro “Leyes y decretos esenciales en materia de Propiedad Intelectual” y el desarrollo de paneles con presencia de autoridades regionales y expertos de la OMPI. El Programa Umbral es una iniciativa del gobierno paraguayo para la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del Estado de Derecho y se implementa a través de instituciones de los tres poderes del Estado, y financiado por el gobierno de los Estados Unidos a través de la Corporación Desafío del Milenio.
En cuanto al Panel de clausura del día 28 de Abril, denominado “Experiencias, tendencias y desafíos de las oficinas de Propiedad Industrial de la región”, contó con la participación de Francisco Rivas, Ministro de Industria y Comercio y Agustín Saguier Director General de Propiedad Intelectual, ambos de Paraguay; Mario Aramburu, Presidente del Instituto Nacional del la Propiedad Industrial de Argentina; Jorge Ávila, Director del INPI de Brasil y Maximiliano Santa Cruz, Director del INAPI de Chile. Este último sostuvo que las oficinas de propiedad intelectual manejan una enorme base de datos, de información tecnológica, por las solicitudes de patentes que se presentan, y que esa información no debería quedar guardada en los cajones, sino que debe darse a conocer para que sea utilizada por investigadores e innovadores.Agregó que las oficinas no sólo deben dar derechos exclusivos, sino también fomentar la innovaciones mediante la difusión de conocimientos, no sólo a nivel nacional, sino compartirla internacionalmente, especialmente en la región. “Paraguay está en un punto importante de inflexión para impulsar un cambio. Paraguay está siendo bastante activo en proyectos regionales apoyando iniciativas de compartir información y cooperación”, comentó. El caso chileno, comentado por Santa Cruz, evolucionó orgánicamente desde un departamento dependiente del Ministerio de Economía hasta convertirse en un instituto autónomo (INAPI) con presupuesto propio, donde no sólo hubo un cambio fuerte en términos de recursos sino sobre todo de funciones como la de asesorar a instancias gubernativas en materias de propiedad intelectual.
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