La nueva publicación de la OMPI titulada World Intellectual Property Report 2011- The Changing Face of Innovation– expone cómo, en todo el mundo, la titularidad de los derechos de propiedad intelectual (P.I.) ha pasado a ser el núcleo de las estrategias de las empresas innovadoras. Al destacar el aumento a escala mundial de las solicitudes de patente, cuyo número pasó de 800.000 a comienzos de la década de 1980, a 1.800.000, en 2009, el informe concluye que el impulso fundamental de esta tendencia está dado por el aumento de las inversiones en innovación y la globalización de las actividades económicas.
Un ejemplo lo constituye la multiplicación de solicitudes de patente por las universidades y las organizaciones públicas de investigación en el marco del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) de la OMPI, pasando de un número cercano a cero, en la década de 1980, a más de 15.000 en 2010. Este crecimiento se produjo especialmBraente en las economías de altos ingresos (Alemania, Estados Unidos de América, Francia, el Japón y el Reino Unido). Sin embargo, también se ha producido un aumento en muchos países de ingresos medios: en el caso de las universidades, China lleva la delantera con 2.348 solicitudes presentadas en el marco del PCT entre 1980 y 2010, seguida por el Brasil, la India y Sudáfrica. En el caso de las organizaciones públicas de investigación, corresponde tan sólo a China y la India el 78% del total de solicitudes presentadas por países de ingresos medios.
Las conclusiones generales del informe fueron las siguientes:
- Los países de altos ingresos siguen a la cabeza del gasto mundial en I+D no obstante, la geografía de la innovación ha cambiado: El gasto mundial en I+D prácticamente se duplicó, en términos reales, entre 1993 y 2009. La mayor parte de ese gasto sigue correspondiendo a países de altos ingresos (70% del total mundial aprox.). Esos países gastan en I+D alrededor del 2,5% de su producto interno bruto (PIB), es decir, más del doble del índice correspondiente a las economías de ingresos medios. En las economías de ingresos bajos y medios la cuota de gasto en I+D a escala mundial ha aumentado de 13 puntos porcentuales, entre 1993 y 2009. Corresponde a China la mayor parte de este aumento (más de 10 puntos porcentuales) catapultando en 2009 a ese país al segundo puesto en orden de importancia en gasto en I+D.
- Los datos sobre las inversiones de mayor alcance en activos intangibles sólo están disponibles para determinados países de altos ingresos. Demuestran que ese tipo de inversión ha aumentado rápidamente; en varios países, las empresas están invirtiendo más en activos intangibles que en activos tangibles. En Europa, en Suecia y en el Reino Unido, la inversión en activos intangibles llega a ascender al 9,1% del PIB.
- Se desprende claramente de los hechos que la innovación va adquiriendo un carácter cada vez más internacional, por ejemplo, aumentó considerablemente la cantidad de artículos de revisión abierta en materia de ciencia e ingeniería, creados por coautores de distintos países, así como la cantidad de patentes en las que los inventores proceden de más de un país. Además, las empresas multinacionales cada vez más sitúan sus instalaciones de I+D en distintos países, y en determinadas economías de ingresos medios este fenómeno aumenta con rapidez particular. A su vez, el aumento de la participación correspondiente a los países de ingresos medios en la economía mundial está cambiando la orientación de la innovación hacia las demandas de esos países.
- Algunos hechos parecen demostrar que la innovación está adquiriendo carácter abierto y de colaboración, sin embargo, evaluar la verdadera dimensión e importancia de esos nuevos enfoques es todo un desafío; por una parte, es difícil trazar una distinción clara entre estrategias de innovación abierta y las prácticas de colaboración ya aplicadas en el pasado, como la I+D conjunta, la comercialización conjunta o las alianzas estratégicas. Por otra parte, no es fácil seguir el rastro a ciertos elementos de las estrategias de la innovación abierta -como las nuevas políticas internas de las empresas o los intercambios informales de conocimientos.
A pesar de todo, la colaboración en el proceso de innovación puede redundar en beneficio tanto de las empresas como de la sociedad. La producción conjunta de P.I. se da mediante alianzas de I+D, en particular, por contrato o mediante la creación de empresas de capital social conjunto. Los datos sobre esas alianzas son limitados y a veces difíciles de interpretar, pero sugieren que las empresas del sector de las tecnologías de la información y la comunicación, la biotecnología y la industria químicas son las que con mayor frecuencia celebran esas asociaciones. Por lo general, la sociedad se beneficia de ese tipo de colaboración pues mejora la eficiencia y la eficacia del proceso de innovación.
Fuente y artículo completo: www.wipo.int/portal/index.html.es