La presentación de las solicitudes proviene de años de estudios técnicos y científicos (que se están llevando a cabo en otras regiones del país) liderados por la Federación de Cafeteros, Almacenes Generales de Depósito de Café (Almacafé) y el Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé), con el objeto de potenciar el producto en el mercado y proteger su reputación, optimizando el precio de transacción de este commodity.
Esta estrategia de posicionamiento comenzó a nivel nacional cuando en el año 2005 “Café de Colombia” recibió el reconocimiento como Denominación de Origen, convirtiéndose así en el primer producto de este país en tener registrado esta clase de signo distintivo, para luego en el 2007 recibir el reconocimiento como Indicación Geográfica Protegida (IGP) en la Unión Europea.
El posicionamiento del Café de Colombia tiene su precursor en los años sesenta con la creación del personaje ficticio "Juan Valdez", representativo de los cafeteros colombianos, que ha dado origen a una marca que hoy es administrada mediante modelo de franquicias por Procafecol, con expansión internacional.